Debido a los ultimos acontecimientos ocurridos en la ciudad de Dajla, (Sahara Occidental) donde los colomos marroquís están saliendo a la calle, alentados y protegidos por la policia Marroquí para saquear y quemar viviendas, comercios y vehículos de la ciudadanos saharauis. Este odio alentado y patrocinado contra la población saharaui, en su propio territorio y ya se ha cobrado su primera victima, un joven saharauis de tan solo 29 años. (Michan Med Lamin Brahim Chaiaa).Por todo esto, hoy 29 de septiembre de 2011, hemos salido a la calle y nos concentramos en la puerta del Ayuntamiento de nuestra ciudad de Loja, casi un centenar de personas, asociaciones, gente de a pié, familias de acogida, amigos y hermanos del pueblo saharaui, concejales y el mismo Alcalde de Loja, partidos políticos donde han demostrado que no existe la ideología a la hora de salir a la calle, para denunciar la situación que vive el pueblo saharaui.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Loja ha archivado la denuncia presentada por el PP contra el que fuera alcalde de Loja, Miguel Castellano (PSOE), por la venta de unas parcela propiedad del Patronato de San Ramón y San Fernando a la empresa Tino Stone Group para la ejecución en esos terrenos del parque de la piedra. En su momento, la decisión del patronato de la fundación y del Ayuntamiento de Loja fue tachada por el PP, por Convocatoria por Loja y Los Verdes como un "pelotazo urbanístico" con tintes especulativos que había mermado el patrimonio municipal.
La raza ovina lojeña busca abrir nuevos mercados. Hace escasos días, una delegación de ganaderos de la asociación de la Raza Ovina Lojeña del Poniente Granadino viajó hasta Marruecos, uno de los principales países consumidores de cordero, para mantener reuniones con empresarios locales y conocer sobre el terreno varias comarcas agrícolas del norte del país vecino, como Smir-Kabila, Martil, Raisana, Steja o Caaseres. El grupo estaba formado por ocho ganaderos con explotaciones en las localidades de Loja, Íllora, Alhama de Granada y Salar.
Los tributos municipales subirán una media del 5% el próximo año. Así lo aprobó ayer el pleno de la corporación municipal, con los votos a favor de PP y Convocatoria por Loja y en contra del PSOE. Una subida que, según el gobierno municipal, está por debajo del IPC acumulado de los dos últimos años, en los que estos impuestos permanecieron congelados.Según el gobierno municipal, esta subida de los impuestos municipales se debe a la necesidad de recaudar dinero para sanear las cuentas municipales. La teniente de alcalde de Economía y Hacienda, María Jesús Ruiz, explicó que el déficit acumulado del anterior presupuesto se sitúa en unos 4 millones de euros.
En el extremo occidental de la provincia de Granada, Loja ha sido siempre la puerta de entrada a la Vega granadina por el lado oeste, por ello históricamente ha gozado de tanta importancia. Llamada, 'Alfeifa' por los fenicios, 'Tricolia' por los romanos y ya 'Medina Lauxa' o 'Loxa' por los árabes, este municipio del poniente granadino no sólo heredó de los musulmanes su nombre, sino que de generación en generación se ha sabido transmitir la receta del postre por excelencia ligado a su pueblo: los roscos de Loja.En cuanto a su elaboración, en un recipiente se ponen las yemas, mezclándolas muy bien con el almidón, de trigo, maíz o arroz. Se aclara con una pizca de agua si queda dura la masa. Se montan las claras y se va agregando azúcar hasta llegar a un punto de nieve muy subido, que se incorpora a la mezcla anterior. Con una manga pastelera, se hacen los roscos sobre papel graso o satinado. Tienen que permanecer en el horno a 170 o 180 grados, dejando la puerta entreabierta. Debe quedar bien cocido y deshidratado. A continuación, se elabora una crema con medio litro de agua, otro medio kilo de azúcar y 200 gramos de sémola. Se montan los roscos de dos en dos, uno encima del otro y se rellena la parte del medio con la crema. Por último, está la parte más artesanal en la que los bañamos con la pasta hecha con dos claras montadas y el jarabe a punto fuerte muy cremoso. Los dejamos secar en horno a punto suave, con lo que los roscos adquieren esa costra blanca característica.