199 - Scratch: programación para niños/as
Aprender lenguajes de programación es fundamental para los menores y jóvenes de cara a su futuro. Despertar su interés en un área con expectativas laborales, familiarizarse a través del juego con la informática y adquirir competencias digitales desde edades tempranas, puede resultarles muy provechoso en una sociedad en la que la tecnología está cada vez más presente en todos los aspectos de nuestra vida.
Scratch es un lenguaje de programación visual libre orientado a la enseñanza principalmente mediante la creación de juegos. Para las escuelas se convierte en una oportunidad para ayudar a los estudiantes en el desarrollo de habilidades mentales mediante el aprendizaje de la programación sin necesidad de saber del programa. Sus características ligadas al pensamiento computacional han hecho que sea muy difundido actualmente en la educación de niños y adultos.
Además, en su aprendizaje y desarrollo se realizan una serie de tareas que contribuyen a desarrollar el pensamiento lógico y sistémico, a mejorar la habilidad de comprensión, y a fomentar su creatividad a través de una actividad lúdica.
Este lenguaje de programación permite manipular manipulan audio, imágenes y secuencias de comandos como si fuera un juego de bloques en construcción. Los alumnos/as aprenden a programar de manera intuitiva al introducir diversas órdenes en bloques que permiten interactuar con las imágenes. Es idóneo para niños y jóvenes que deseen desarrollar sus propias creaciones.
La finalidad es que aprendan a programar sus propios videojuegos tales como el juego de la Serpiente o el Space Invaders, así como hacer sus propios cambios en la secuencia de comandos más allá del esquema inicial; que puedan observar paso a paso cómo las órdenes que efectúan permiten que el juego vaya más rápido o más lento, que reconozca el teclado, y permita mover objetos o cambiar los sonidos que se producen al combinar dos elementos.
Con este curso se despierta la curiosidad de los niños en la creación de un juego que les es propio y fomenta la mejora de la confianza en sí mismos. Son grandes consumidores de tecnología pero un gran número de ellos no saben cómo crearla o cómo funciona.
Quizás algunos se pregunten, ¿es necesario que todos los niños aprendan a programar? ¿Qué pasa si mi hijo no se convertirá en un ingeniero computacional? Bueno, las escuelas comienzan a enseñar sobre química o fotosíntesis desde muy temprano, aun cuando probablemente la mayoría de los alumnos no se convertirán en laboratoristas o en biólogos. Si un alumno de ingeniería llega a la universidad con conocimientos básicos de física, ¿por qué no llega también con conocimientos básicos de programación?
Enseñar, al menos, los fundamentos de la programación, provee a los estudiantes de habilidades que sin duda les serán de gran utilidad en cualquier carrera que ellos elijan. Entre las más importantes podemos destacar: incentiva el pensamiento lógico y abstracto, contribuye a la resolución de problemas, potencia el trabajo en equipo, enseña a los niños a aprender de sus errores y a plantearse nuevos retos.
Si comenzamos a acercar a los niños al mundo de la programación, sabrían cómo hacer que las tabletas y computadoras hagan nuevas cosas útiles y divertidas. Aprenderían cómo construir sitios web, aplicaciones para sus teléfonos o incluso videojuegos. Por lo tanto, enseñar a los niños y niñas programación ayuda a que tengan un verdadero manejo fluido de estas herramientas, es decir, promueve el uso activo y no el consumo pasivo de la tecnología.