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La Cuenca Minera de Riotinto: fábrica de universitarias

  La Cuenca Minera de Riotinto en Huelva es, junto a la Sierra y el Andévalo Occidental onubenses, de las comarcas rurales andaluzas que mayor porcentaje de mujeres tienen estudiando en las universidades de la comunidad autónoma.Alumnos del IES Vázquez Díaz el día de su graduaciónSegún informa Juan A. Hipólito para Onda Minera RTV Nerva y Huelva Información, así lo constata un estudio de la Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía, ARA, basado en el diagnóstico de la juventud rural en Andalucía y editado por la Consejería de Agricultura de la Junta, que desvela que el 56 por ciento de las mujeres de zonas rurales estudia en la universidad.Según este estudio, la media de jóvenes rurales andaluces que se matriculan en estudios de grado superior es del 13 por ciento frente al 36 por ciento de los urbanos, si bien, el 28,6 por ciento de los jóvenes rurales de la Cuenca Minera de Riotinto de Huelva estudia en la Universidad, superando el 50 por ciento de media en el caso de las mujeres jóvenes.En la mayoría de las comarcas rurales andaluzas estudian en la universidad aproximadamente un 15% del total de los jóvenes, es decir, 15 de cada 100 jóvenes.Teniendo en cuenta los datos de este estudio, hay que tomar en consideración que sólo 4 comarcas andaluzas superan el 20% los jóvenes rurales que cursan estudios superiores (Cuenca Minera, un 28,6%; Sierra de Aracena y Picos de Aroche, un 35,1%; Andévalo, un 42%).Se trata de una tendencia generalizada: las mujeres jóvenes del medio rural estudian en la universidad, probablemente, como respuesta a su dificultad para acceder al mercado laboral a edades tempranas, una situación que no afecta de la misma forma a los hombres jóvenes.El estudio explica que, “dado que los tiempos de hoy son muy diferentes a los de otras épocas históricas, las mujeres jóvenes no son presa de las ataduras culturales del pasado. Hoy tienen claro que su horizonte personal y profesional pasa, primero, por estudiar en la universidad y, después, por marcharse a la ciudad definitivamente para acceder a un mercado profesional que no les ofrecen sus pueblos”.El estudio indica también que los jóvenes con altos niveles de educación, y que, en general, viven en zonas más dinámicas, tienen más oportunidades y son más emprendedores. Por eso, caso de no encontrar pronto una salida laboral, muchos de ellos terminan por retornar a sus pueblos natales para emprender y aplicar su formación.Alumnas de secundaria en su último añoLa opinión de las alumnasLa inmensa mayoría de estudiantes preguntados por esta redacción coinciden con las conclusiones que arroja el estudio de ARA. Este es el caso del grupo de alumnas del IES Vázquez Díaz de Nerva: Lucía Romero (Enfermería), Aurora Ruiz (Farmacia) y Verónica Durán (Ingeniero de Edificaciones), que han iniciado este curso sus estudios de grado superior y comparten piso en Sevilla.A Lucía no le sorprenden los datos publicados por ARA porque, “lo más lógico es que después de pasar por Secundaria se estudie una carrera universitaria. Yo en ningún momento me he llegado a plantear quedarme en mi casa con los brazos cruzados. Desde un principio tenía claro que iría a la universidad. Me he matriculado en Enfermería porque la nota no me ha dado para Medicina, pero no descarto futuras especializaciones en caso de no encontrar trabajo al finalizar mi estudios”.En la misma línea se pronuncia su compañera de piso Aurora, estudiante de Farmacia, que ya piensa en opositar al concluir los estudios que acaba de comenzar. “Sólo volveré al pueblo en caso de encontrar trabajo, por ejemplo en el Hospital Comarcal de Riotinto, donde podría practicar los conocimientos adquiridos en la carrera. Pero antes de quedarme con los brazos cruzados seguiría especializándome o ampliando conocimientos”, comenta.A Clara, hermana de Lucía, que dejó el instituto hace siete años para estudiar Arquitectura, no le ha quedado otra que continuar especializándose porque después de sacar la carrera no encontraba trabajo por ninguna parte. “Ahora estoy haciendo un máster porque el acceso al mercado laboral esta realmente complicado. La crisis ha castigado muy duro a esta profesión y no podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras llega tu oportunidad”, explica.Alumnas de secundaria el día de su graduaciónLa voz de la docenciaPara el inspector de educación, José Orihuela, profesor de filosofía y exdirector del IES Vázquez Díaz de Nerva durante más de una década, la explicación a estos datos puede deberse a la correlación entre zonas con mayor índice de estudios superiores y zonas con menor oportunidad de encontrar empleo para el segmento más joven de la población en edad laboral. “Pero también puede que contribuya a esos datos el hecho de que tal vez las zonas del entorno de Aracena y la Cuenca Minera esté poblado de lugares donde el nivel cultural general de la población sea más elevado debido a una conciencia crítica forjada en movimientos reivindicativos que siempre han valorado la educación como un instrumento fundamental para cumplir sus expectativas sociolaborales y vitales”, destaca.En cuanto al mayor porcentaje de personas de sexo femenino que acceden a estudios superiores, Orihuela considera que es posible que se mezclen diversas causas. “La del paro es sin duda una de ellas, pues suele castigar en épocas de crisis en mayor medida a las mujeres debido a múltiples circunstancias (por ejemplo, la posibilidad de embarazo). Pero también hay un factor psicológico asociado al hecho de que por lo general puede que las mujeres maduren psicológicamente antes y ello les permite fijar con anterioridad unos objetivos más claros y enfocados a una mejora de sus condiciones materiales de existencia. Y sin duda también puede que concurran circunstancias culturales que (cada vez en menor medida) coadyuvan a una mayor asimilación de los consejos paternos y del entrono adulto en el sentido de la necesidad de formación como cauce para el cumplimiento de las expectativas”, concluye.Por su parte, el actual responsable del centro educativo de secundaria en Nerva, Isidoro Romero, profesor de Física y Química en el Instituto desde hace tres décadas, muestra sus dudas razonables tras conocer la noticia publicada en su día por Huelva Información. “Por un lado me apena. Si la cuenca fuera una zona económicamente fuerte, si la mina estuviera abierta, muchos jóvenes vivirían aquí, formarían su familia, estabilizarían su futuro. No necesitaría seguir estudiando. Por otro me alegra. En la Grecia clásica existían las artes liberales, los hombres que la dominaban eran poseedores del conocimiento, de la sabiduría, eran hombres libres. Hoy día podemos decir lo mismo de aquellos que dominen la cultura, las personas cultas son personas libres. Nunca podremos despreciar las fuentes del saber, cuanto más mejor. Y eso es lo que están haciendo nuestros jóvenes”, destaca.Pero Romero no olvida los tiempos tan difíciles que corren. “Frente a unas economías familiares por los suelos, becas dificilísimas de conseguir, escasas y pobres, están unos padres comprometidos con sus hijos, luchadores, conocedores de lo que la cultura significa y que son capaces de sacrificarse al máximo para que sus hijos salgan fuera y vayan a la facultad a continuar sus estudios y ampliar sus conocimientos pese a todo. Nuestros jóvenes, no han elegido el camino fácil, podrían haber tirado la toalla, pero han preferido seguir sacrificando sus años de juventud en aras de ampliar sus conocimientos, porque saben, y así se lo han inculcado sus padres, que donde esté una persona formada estará una persona libre”, asegura.El dato del alto porcentaje de mujeres universitarias en las zonas rurales onubenses del interior, desvelado por ARA, guarda relación con los datos que muestra el IES Vázquez Díaz de Nerva, que es la principal fuente de aportación de estudiantes universitarios de la zona, Junto al Cuenca Minera de Riotinto.En los últimos cinco cursos escolares, se constata la superioridad de mujeres estudiantes frente a hombres en una proporción de tres a uno de entre la cincuentena de graduados medios que sale cada curso del centro nervense.Datos titulados ( 5 años) Secundaria y Bachiller IES Vázquez Díaz de NervaCURSO 2008/09 2009/10 2010/11 2011/12 2012/13MUJERES 32 26 25 21 29HOMBRES 18 10 17 15 14TOTAL 50 36 42 36 43El trabajo de los ADRDesde sus inicios, los Grupos de Desarrollo Rural han demostrado un compromiso por mejorar la situación y posición de las mujeres y la juventud en las zonas rurales de Andalucía, grupos poblacionales en situación de desventaja con respecto a otros presentes en el medio rural. Al respecto, en Andalucía se ha potenciado la presencia de ambos en los órganos de decisión de los GDR a través de sus asociaciones.En 2013 se contabilizaron un total de 70 asociaciones y federaciones de mujeres rurales presentes en los órganos de decisión de los 52 GDR, aunque su participación se extiende a otras iniciativas dentro de los Grupos, bien colaborando en actividades sociales, promoviendo proyectos de interés para las propias asociaciones de mujeres, así como de la ciudadanía en general.Algunas de las fortalezas que proporciona el tejido asociativo de las mujeres rurales es la aportación de un capital humano activo indispensable para desarrollar el territorio de manera justa y sostenible, y el trabajo que realizan en el empoderamiento de las mujeres, para que sigan participando en las decisiones de su entorno local.Respecto al colectivo de jóvenes, los Grupos han realizado un importante esfuerzo por impulsar su articulación social, disponiendo para ello de mecanismos de participación adaptados a sus inquietudes como la organización de encuentros juveniles o de jornadas de voluntariado. Asimismo, a través de los baremos de valoración de proyectos se han premiado aquellas iniciativas promovidas por jóvenes o que contribuyeran a mejorar su situación laboral.En este sentido, ARA ha indicado que los programas de desarrollo rural prestan especial atención al colectivo de jóvenes y mujeres en los territorios rurales. En el actual Programa de Desarrollo Rural se ha prestado especial atención al colectivo de mujeres y jóvenes rurales vinculadas al sector agrario y forestal a través de iniciativas relacionadas con la formación.