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Un robo en el comedor trinitario provoca una ola de solidaridad

El comedor de los Trinitarios, el único comedor social que hay en la ciudad, vivió ayer una jornada de intensa solidaridad gracias a las numerosos vecinos, centros escolares, instituciones, cofradías y empresas, entre otras entidades, que se volcaron en ofrecer su ayuda después de conocer el robo que sufrieron en la madrugada del martes. De este modo, la puerta de acceso al centro era un ir y venir de gente que ha colaborado desde el mismo día del suceso para que este servicio de la Fundación Prolibertas pueda continuar su actividad. Ante esta situación, su director, Eduardo García, afirmaba que el robo "ha sido importante, pero más importante aún está siendo la respuesta de la gente. Estamos un poco desbordados por la gran corriente de solidaridad que se ha despertado".Esta colaboración ha posibilitado que en menos de un día el centro haya logrado reponer casi todo lo que se habían llevado, que fue alrededor del 50% de las existencias que tenían en sus almacenes. En esta línea, el director calculaba que la comida sustraída podría servir para tres meses, pero "la respuesta de la gente está siendo maravillosa", por lo que "solo podemos dar mil gracias a todo el mundo". No obstante, las peores consecuencias serán la pérdida de información de los cuatro ordenadores que han desaparecido --"sin ellos no podemos trabajar", señala-- y la inversión que tendrán que hacer en seguridad, ya que cuentan con un vigilante, pero se están planteando la instalación de un sistema, por lo que apunta que "es una lástima que en un sitio como este tengamos que gastar más dinero en seguridad".En la jornada de ayer, muchas personas llamaron por teléfono o se acercaron al centro para llevarles comida, aportaciones económicas y preguntarles qué necesitan. Eduardo García concretó que "en productos frescos lo hemos recuperado prácticamente todo, nos vendrían bien latas de conserva, porque nos darán más tiempo para gastarlas y repartirlas a las familias".En la actualidad, el comedor de los Trinitarios atiende a una media de 60 personas (de lunes a sábado) y otro medio centenar de familias que se llevan la comida a casa. Además, tiene un servicio de ropero, de aseo y de peluquería, para aquellos ciudadanos que lo necesitan. Por esto, después del último robo el director explica que "sentimos indignación, porque esto es robarle a los pobres, no se puede entender de ninguna forma" y también reprueba la actitud de los delincuentes, "no es solo sustraer y llevarse las cosas, sino dejarlo todo hecho polvo", precisa.En cuanto a o los posibles autores, recuerda que es la tercera vez que sucede en dos años y "tenemos la impresión de que son las mismas personas y deben conocer el sitio". En este sentido, aclara que "no buscamos que nadie pague, sino que no se vuelva a repetir", e insiste en que, precisamente, en este lugar "atendemos a muchas personas que sabemos que quizá pueden tener deudas pendientes con la justicia", una labor que no queda ahí, porque "la Fundación Prolibertas se caracteriza porque la mayoría de nuestros programas van dirigidos a personas que están en prisión".