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Más que nunca estamos con la idea de producir suelo industrial baratísimo

El alcalde analiza las claves de la conversión de Espiel en un polo fabril: creación de polígonos, facilidades para instalarse y confianza en el empresario Sentarse con quien es alcalde de Espiel, José Antonio Fernández (PP), desde 1995 por mayoría absoluta es hacerlo con quien ha liderado la transformación de este municipio. El regidor disecciona en «Los Desayunos de ABC» cómo esta localidad pasó de una economía asfixiada por el declive de la minería en el Guadiato a convertirse en un gran polo fabril diversificado: 2.464 habitantes y unos 830.000 metros cuadrados de suelo industrial, cuando hace dos décadas no tenía ni un polígono. Fernández da las claves de esta revolución: confianza absoluta en el empresario frente a la actitud habitual de «ponerlos bajo sospecha»; estabilidad política en la localidad; excelente situación geográfica y la disponibilidad de suelo industrial, conseguida «gracias» a las ayudas del Plan Miner del Gobierno central.En este último punto, ahonda, tuvieron claro desde mediados de los noventa que los fondos que llegaran de ese programa debían servir para «crear» de la forma más directa posible «los empleos que la reconversión de la minería había destruido». Por ello, rememora Fernández, destinaron ese dinero a «suelo industrial, sobre todo, y a naves». Además, consideraron que una de los «grandes carencias» de la provincia eran los espacios fabriles y que era la forma de frenar la emigración de sus jóvenes.Con esas premisas, el Ayuntamiento fue dotando al municipio de polígonos. Acometió El Caño I (unos 200.000 metros), El Caño II (260.000) y El Caño III (300.000). Además, existe una bolsa de suelo industrial privada (70.000). Y la filosofía para ponerlos en carga, reflexiona, es básica, pero efectiva: «De la mesa de la Alcaldía, no se ha levantado ni se ha ido ningún empresario por no llegar a un acuerdo en lo económico por el terreno ni por los metros». Lo tiene claro: «No quiero suelo vacío ni dinero en las arcas municipales mientras haya parados».Y Espiel sufre el desempleo. Tiene 341 personas sin trabajo. Eso sí, hay algún indicador positivo. Por ejemplo, su cifra de afilados a la Seguridad Social cerró agosto con un alza interanual del 8% —en la provincia, cayó el 4,5%—. Habrá que ver si es una «veta» que apunta al filón de la recuperación.Por lo pronto, Fernández admite que la recesión ha golpeado a su municipio, donde los parados llegaron a quedarse en 200 antes de estallar la crisis. Se ha dado una «ralentización del 80% en la creación de empresas» y «cayeron» cuatro firmas con una situación «muy buena» antes de la recesión. De hecho, sigue, la crisis pilló en pleno desarrollo a El Caño III y su «ocupación no va mal», pero no «lleva el ritmo» de sus antecesores. Espera que tres de las cuatro firmas que están desembarcando en él estén a plena producción en mayo de 2014.Contra la coyuntura negativa, José Antonio Fernández tiene presente «más que nunca la idea de producir suelo industrial baratísimo, a precio irrisorio». «De media está en torno a los 4,5 euros o los 5 por metro cuadrado de suelo urbanizado, con todos los servicios», relata con esa habilidad suya para vender su localidad. Ésa es la «aportación» de este Consistorio —«oo podemos gravar lo que menos produce al empresario: suelo y nave», dice— y es «lo que hemos hecho estos años atrás». Esta apuesta no ha acabado. El Ayuntamiento ya ha activado un nuevo polígono. Ejecuta los trabajos de electrificación y a principios de 2014 comenzará la urbanización de El Caño IV —su fase inicial tendrá 200.000 ó 300.000 metros cuadrados—. Quiere que llegue a tener en los próximos siete años 700.000 y costará en torno a cinco millones. La meta es que el municipio sume en ese mismo plazo unos 1,5 millones de metros de suelo industrial.El alcalde explica los motivos por los que se embarcan en otro espacio fabril. Argumenta que el ciclo económico negativo no durará eternamente. A su juicio, en dos o tres años, cuando los empresarios tengan claro que es tiempo de invertir, los municipios con suelo industrial «encontrarán la senda del triunfo a nivel social y laboral». De hecho, hoy, ya tienen disponibles en torno a 200.000 metros y proyectos en cartera. El regidor avanza que hay tres iniciativas de pequeño tamaño que generarán en menos de dos años y medio entre 40 y 50 empleos.Según revela, trabajan en la implantación de una gran iniciativa «muy interesante». No da muchas pistas, porque el proyecto no está aún cerrado. Sí avanza que, si sale adelante, «el futuro a medio plazo de Espiel desde el punto de vista laboral estará arreglado». Nada más abriera sus puertas, generaría entre 40 y 70 puestos de trabajo. Podría absorber de 100.000 a 200.000 metros cuadrados.InfraestructurasA Espiel se le abren senderos de optimismo, pero hay chinas en el camino. Ahí están, señala el alcalde, las carencias en infraestructuras. Al pueblo le faltó «siempre el desarrollo de la autovía Granada-Portugal». «Hubiera sido el aldabonazo a nuestro desarrollo», confiesa y reconoce que no espera su ejecución en mucho tiempo. Añade que para el transporte de mercancías sería «clave que la línea férrea no acabara en Los Pradillos, a la entrada de Córdoba, sino que siguiera hasta la estación de El Higuerón».Es la única parada reivindicativa en su relato. Es más político de actuaciones que de quejas. Ahí está una de las claves de que Espiel se haya fabricado un futuro cuando podía haberse condenado a un porvenir oscuro como el carbón.