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Nueva casa parroquial para niños y jóvenes con problemas en Macael

   La antigua casa de las monjas del Collado se convierte en un centro de formación y atención integral para las personas en riesgo de exclusión social   La antigua casa de las monjas del barrio de Macael “el Collado” ha sido transformado para convertirse en un centro de atención y formación para jóvenes y niños con problemas o en riesgo de exclusión social de la comarca del Almanzora. Un nuevo proyecto para niños con dificultades de inserción, problemas con los estudios o la familia.De lunes a viernes se ofrecen clases gratuitas impartidas por personas voluntarias. También está prevista la realización de otras actividades como talleres manuales , viajes culturales y actividades deportivas. Se trata de un centro que se dedicará a atender las necesidades individuales de cada niño, ayudándole a organizar su vida, desde su tiempo libre hasta su formación. El sábado 3 de diciembre tuvo lugar la inauguración de la casa parroquial con la presencia del Obispo de Almería, Adolfo González Montes, el párroco de Macael, Oscar Francisco Trujillo, el presidente de la Fundación Eduarda Justo, Eduardo Martínez-Cosentino, el presidente de la Cámara de Comercio de Almería, Diego Martínez y el alcalde de Macael Raúl Martínez, además de otros miembros del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Macael como la concejal de Deportes de Macael, Mariola Sáez, el edil de Cultura, Emilio Cruz y la alcaldesa de Laroya, Dolores Moreno. La periodista macaelense, Lourdes Arriaga, fue la encarga de presentar el acto al que acudieron numerosos vecinos del barrio del Collado y otros núcleos del municipio. Así, recordó que esta casa fue donada a la Iglesia por una familia de Macael hace alrededor de 40 años.Por su parte, el obispo de Almería, celebró la alegría de poder contar con un espacio para la protección de la infancia. «Una casa para hacer personas, en un mundo difícil ante el bombardeo de imágenes negativas, donde el hombre aparece deshumanizado», declaró Adolfo González, a lo que añadió «un verdadero y gran reto para los voluntarios». El alcalde de Macael, agradeció especialmente al culpable de esta obra, el cura de Macael, la labor que está realizando con los jóvenes «el padre Oscar es una bocanada de aire fresco para nuestro pueblo y un faro de luz para muchos jóvenes», declaró emotivamente Raúl Martínez.El presidente de la Fundación Eduarda Justo, quien ha colaborado con el proyecto comprando el material y el mobiliario de las aulas, recordó a su madre Eduarda Justo quién «quien estaría muy contenta y orgullosa de esta nueva apuesta duradera y accesible para los niños y los jóvenes de Macael y de la comarca».Para el sacerdote de Macael, Oscar Francisco Trujillo Burgos «una imagen vale más que mil palabras», expresaba así la alegría de ver un proyecto que es ya una realidad y que «será para los jóvenes una base sólida donde edificar una vida».Arropado por un buen número de monaguillos tuvo unas emotivas palabras para la patrona de Macael, la venerada Nuestra Señora, la Virgen del Rosario. A Macael lo definió como «un pueblo con el corazón grande» . Ya son alrededor de 60 los jóvenes usuarios de esta casa parroquial. Oscar Francisco Trujillo Burgos es el gran promotor de este proyecto y es que el cura de Macael se ha hecho un hueco en la vida de los macaeleros desde que aterrizará en la tierra del mármol, tras cinco años como vicario parroquial de Huércal-Overa.El 29 de julio de 2010 fue recibido por Macael en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, después de que fuera nombrado por el Obispo de Almería.