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INAUGURADO EL MUSEO DEL AGUARDIENTE DE OJÉN

"Una copita de Ojén", soniquete de siete golpes musicales que se popularizó en España por más de cien años, desde mediados del siglo XIX a mediados del siglo XX. Un soniquete que hacía referencia a uno de los secretos mejor guardados del municipio malagueño de Ojén, su aguardiente. Licor que se exportó a América y fue conocido internacionalmente hasta su desaparición. Picasso lo pintó en su cuadro Bodegón Español y Camilo José Cela y Rosalía de Castro lo incluyeron en algunas de sus novelas. Más aún, la maharaní de Kapurtala, Anita Delgado, lo llevó a extremo oriente. Ahora, el municipio de Ojén le rinde cumplido homenaje con la inauguración de un Museo del Aguardiente donde se detalla la historia real y la leyenda que le acompaña entre rumores de fórmulas secretas. El alcalde de Ojén, José Antonio Gómez subrayó que esta inauguración" Era de obligado cumplimiento. Ojén tenía una deuda con su memoria y debía saldarla. Era también una cuestión de amor propio para los ojenetos y las ojenetas. Este es un gesto humilde en comparación con lo que el aguardiente de Ojén hizo por el nombre del municipio. Llevarlo hasta los más lejanos confines del mundo. Hoy queremos, con este gesto humilde, devolverle parte de lo que nos dio". Por su parte, el parlamentario andaluz, José Bernal, apuntó en detalle la historia del aguardiente. Su tesis doctoral sobre las primeras empresas industriales de la Costa del Sol le llevó primero hasta Ojén y después hasta su aguardiente, ha sido uno de los principales colaboradores para la creación de este museo. "Nadie sabe a ciencia cierta cuál a es la fórmula originaria del aguardiente. Después de venderse la patente el licor de Ojén no fue el mismo. Eso forma parte de la leyenda y esa leyenda debemos conservarla", señaló Bernal. El Museo del Molino de Ojén ha cedido una de sus salas al aguardiente ojeneto con el objeto de dar valor a uno de los embajadores más representativos del municipio a lo largo de su historia. El regidor ojeneto ha apuntado que "La inauguración de este Museo es un esfuerzo colectivo. Un esfuerzo colectivo en el que se lleva trabajando varios años. Ahora es una realidad que se puede disfrutar a partir de hoy y que se ha elaborado granito a granito con la colaboración de mucha gente". El licor ojeneto se elaboraba con uva de los Llanos de Puzla de Ojén, agua con propiedades medicinales, matalahúga y leña de enebro de la sierra ojeneta. Aunque el aguardiente comenzó a fabricarse en 1830, fue Pedro Morales desde 1853 el que dio el impulso definitivo a la producción de aguardiente. En 1876 "Pedro Morales y Compañía" se convierten en proveedor de la Casa Real. En 1920, aún en pleno éxito, Andrés Morales vende la empresa de su padre. Con la muerte de Andrés Morales, hijo del creador de la marca, el licor de Ojén languideció poco a poco hasta desaparecer en los años 50 del siglo XX. El Museo del Aguardiente incluye una serie de paneles informativos con la historia del licor y su leyenda, con fotografías de etiquetas provenientes de todos los rincones del planeta, afiches, botellas antiguas, etc. Y con una de las pocas botellas que aún contiene el aguardiente de Ojén y que hasta el momento se ha conservado en el despacho de los diferentes alcalde del municipio, cediéndose el testigo de tan preciado licor, legislatura tras legislatura. Gran parte del material que se exhibe en el museo ha sido cedido por los vecinos de la villa. El museo abrirá de lunes a sábado con horario de once a una y de cuatro a seis.- See more at: http://www.ojen.es/es/noticias/paginaNoticia.html?pos=1&pag=1&query=#sthash.FgNtsNMd.dpuf"Una copita de Ojén", soniquete de siete golpes musicales que se popularizó en España por más de cien años, desde mediados del siglo XIX a mediados del siglo XX. Un soniquete que hacía referencia a uno de los secretos mejor guardados del municipio malagueño de Ojén, su aguardiente. Licor que se exportó a América y fue conocido internacionalmente hasta su desaparición. Picasso lo pintó en su cuadro Bodegón Español y Camilo José Cela y Rosalía de Castro lo incluyeron en algunas de sus novelas. Más aún, la maharaní de Kapurtala, Anita Delgado, lo llevó a extremo oriente. Ahora, el municipio de Ojén le rinde cumplido homenaje con la inauguración de un Museo del Aguardiente donde se detalla la historia real y la leyenda que le acompaña entre rumores de fórmulas secretas. El alcalde de Ojén, José Antonio Gómez subrayó que esta inauguración" Era de obligado cumplimiento. Ojén tenía una deuda con su memoria y debía saldarla. Era también una cuestión de amor propio para los ojenetos y las ojenetas. Este es un gesto humilde en comparación con lo que el aguardiente de Ojén hizo por el nombre del municipio. Llevarlo hasta los más lejanos confines del mundo. Hoy queremos, con este gesto humilde, devolverle parte de lo que nos dio". Por su parte, el parlamentario andaluz, José Bernal, apuntó en detalle la historia del aguardiente. Su tesis doctoral sobre las primeras empresas industriales de la Costa del Sol le llevó primero hasta Ojén y después hasta su aguardiente, ha sido uno de los principales colaboradores para la creación de este museo. "Nadie sabe a ciencia cierta cuál a es la fórmula originaria del aguardiente. Después de venderse la patente el licor de Ojén no fue el mismo. Eso forma parte de la leyenda y esa leyenda debemos conservarla", señaló Bernal. El Museo del Molino de Ojén ha cedido una de sus salas al aguardiente ojeneto con el objeto de dar valor a uno de los embajadores más representativos del municipio a lo largo de su historia. El regidor ojeneto ha apuntado que "La inauguración de este Museo es un esfuerzo colectivo. Un esfuerzo colectivo en el que se lleva trabajando varios años. Ahora es una realidad que se puede disfrutar a partir de hoy y que se ha elaborado granito a granito con la colaboración de mucha gente". El licor ojeneto se elaboraba con uva de los Llanos de Puzla de Ojén, agua con propiedades medicinales, matalahúga y leña de enebro de la sierra ojeneta. Aunque el aguardiente comenzó a fabricarse en 1830, fue Pedro Morales desde 1853 el que dio el impulso definitivo a la producción de aguardiente. En 1876 "Pedro Morales y Compañía" se convierten en proveedor de la Casa Real. En 1920, aún en pleno éxito, Andrés Morales vende la empresa de su padre. Con la muerte de Andrés Morales, hijo del creador de la marca, el licor de Ojén languideció poco a poco hasta desaparecer en los años 50 del siglo XX. El Museo del Aguardiente incluye una serie de paneles informativos con la historia del licor y su leyenda, con fotografías de etiquetas provenientes de todos los rincones del planeta, afiches, botellas antiguas, etc. Y con una de las pocas botellas que aún contiene el aguardiente de Ojén y que hasta el momento se ha conservado en el despacho de los diferentes alcalde del municipio, cediéndose el testigo de tan preciado licor, legislatura tras legislatura. Gran parte del material que se exhibe en el museo ha sido cedido por los vecinos de la villa. El museo abrirá de lunes a sábado con horario de once a una y de cuatro a seis.